Después de cinco años centrando la comunicación de Juguettos en un esquema protagonizado por niños que de una u otra forma repetían sin cesar “¡Me lo pido!”, cambiamos el guión. La investigación confirma que la marca es ya muy conocida y valorada, pero recomienda incorporar atributos que la posicionen de forma más clara y cualitativa frente a la competencia. Es el momento de dar un paso más y de empezar a dotar de nuevos valores a la comunicación, pasando a un nuevo nivel sin perder la esencia de la marca acuñada a lo largo de todo este tiempo.
Manteniendo el leitmotiv “Me lo pido” para conectar con las campañas anteriores, aunque con mucho menor peso, construimos un concepto nuevo para la marca: “No imaginas lo importante que puede llegar a ser un juguete”. Creamos una historia para hablar de la importancia que tienen el juego y los juguetes para la formación y el desarrollo del niño. Jugar no es pasar el rato, es una actividad esencial para la formación de su personalidad, estimula el aprendizaje, fomenta la creatividad y la imaginación, facilita la maduración, crea habilidades de socialización y ayuda a definir sus gustos y sus intereses. Por eso, un juguete nunca es solo un juguete, es todo un mundo de posibilidades que están por venir.
El resultado fue muy positivo. La inmensa mayoría de nuestro target reconocíó que la campaña mejoraba su imagen y valoración de la marca, y consideró relevante el mensaje de igualdad y feminismo que lanzaba. La campaña fue alabada por el Ministerio de Igualdad.
Un dato curioso: al mismo tiempo que lanzamos esta campaña, el gigante John Lewis lanzaba su siempre esperada campaña de Navidad con una idea muy similar protagonizada por Elton John. No está mal.